Un toro de El Montecillo sembró el pánico dentro de los corrales este domingo, 23 de abril, en la corrida de toros celebrada en el municipio toledano de Casarrubios del Monte. EL animal, propiedad de la familia Loriente de la Ossa, rompió antes de salir el pestillo del cerrojo del toril en el que se encontraba, dejando un peligroso instante que, si bien no se percibió en la plaza de toros porque la puerta principal de chiqueros estaba cerrada, sí que ”montó” un revuelo entre los operarios del coso en el interior de los corrales.
El animal, todo un “torazo” con este hierro manchego, finalmente dio un juego espectacular, siendo premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre por su entrega, por su forma de embestir humillada y por su motor durante toda la lidia. Le correspondió en suerte al francés Juan Leal, que sin duda momentos muy importantes especialmente con la mano izquierda. Además, se pegó un arrimón de órdago. Lo que comenzó mal, acabó de forma brillante y con todos los honores para un toro bravo de verdad.
Así lo narrábamos en nuestra crónica: «Extraordinario fue el hondo y serio cuarto de El Montecillo, que derrochó bravura y fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Anduvo muy firme por ambas manos Juan, destacando soberbios naturales en el toreo fundamental. Selló instantes de mucho calado por ese lado. Y el arrimón final fue de órdago, por circulares de máxima exposición. La pena fue el pinchazo previo a la estocada, lo que dejó todo en doble premio y merecida vuelta al animal, que aguantó varios minutos antes de caer«, informábamos toro a toro durante el festejo.
El hierro de El Montecillo, ahora en manos de la familia Loriente de la Ossa
Recordamos que hace prácticamente un año saltaba la noticia: David Medina vendía la ganadería de El Montecillo a la familia Loriente de la Ossa, un acuerdo en el que también se encontraba la finca que poseía en el término municipal de Orgaz. Fue algo que cogió a muchos aficionados con el pie cambiado, más si cabe a las puertas de una temporada donde el hierro toledano tenía una cita en Madrid, Domingo de Resurrección.
«Aquí se busca un toro que embista, que humille, que tenga recorrido, como la mayoría de las ganaderías buscan hoy día, eso sí, sin salirnos de ese camino que marcó Francisco Medina y que tan bien le hizo a la ganadería», señalaban a este medio en un reportaje hace unas semanas.
