Este jueves ha tenido lugar una de las conferencias más interesantes que Morante de la Puebla ha ofrecido en su vida. Ha tenido lugar en la asociación ‘El Toro’ de Madrid, y dentro de los múltiples titulares que José Antonio ha dejado, ha narrado una peculiar anécdota sobre su experiencia con Rafael de Paula como apoderado hace unos años: «Sin su aporte, mi toreo no sería el que es», comenzó diciendo.
«Mi relación con Rafael de Paula ha sido muy especial y lo sigue siendo. Muchos hablan que si salió mal aquello, pero yo digo que no: con él aprendí y aprendo muchas cosas que hoy día estoy pudiendo realizar. Sin su aporte, mi toreo no sería el que es. No puedo decir que sea mi toreo en su totalidad, pero sí es una inspiración y un manantial de enseñanza y experiencia con la cual aprendí mucho», dijo José Antonio. «Rafael tiene un genio y un carácter especial que, a veces, ha hecho que no nos hayamos entendido. Pero eso no quiere decir que a Rafael lo quiera, lo admire y le agradezca todo lo que me ha enseñado. Como apoderado es muy difícil, porque te dice que no sabe de números de primeras…», dijo entre risas.
«Le dio por beber continuamente, por lo cual aumentaba su ingenio»
Y Morante añadió que a Rafael de Paula «le dio por beber continuamente, por lo cual aumentaba su ingenio pero también perdía más las cuentas», añadió Morante. «En una ocasión me dijo que no sabía contar, y yo le dije que tampoco. Y tenía que acabar en algún momento, creo que fue en Toledo. Y acabó. Y seguimos con la amistad y no tenemos ningún problema», dice recordando a Rafael de Paula.
«He aprendido muchísimo con él; sí es cierto que cuando lo conocí, que fue a raíz del festival que se hizo en su homenaje en Las Ventas. Y me enamoró su forma pura y seria, con mucho duende. Solamente tengo palabras de agradecimiento hacia él. Y eso que en el mundo del toro me han dicho que cómo he aguantado tanto, pero lo hice gustosamente, me sirvió para domeñar a aquellos animales que no son los clásicos típicos que me suelen o solían salir», defiende sobre la figura de Rafael de Paula.
«Rafael también fu el artífice y el que me animó a que viniera a torear aquella Beneficencia seis toros de forma gratuita, aunque el trabajo duro me lo llevé yo. Sin números, era ideal…», dijo también en tono jocoso.
Sobre el drenaje en Las Ventas
También habló del drenaje en Las Ventas, que se modificó hace un lustro por petición de José Antonio: “¿Ha notado que desarrolla mejor su toreo sin esa inclinación?», le preguntó un aficionado. «Por supuesto, la plaza cuanto más plana esté, mejor para el toro. El toro es un animal de querencias, y siempre las querencias son cuesta abajo. El día que se suspendió la corrida la vi muy rara, porque se notaban mucho las pisadas», dijo Morante.
«En Madrid se puso la cuesta para que pareciese el toro más grande. Esa es la realidad. Ellos nunca habían visto un toro desde el tendido, siempre lo han visto los empresarios desde el callejón, y pensaban que desde arriba se iba a notar la cuesta, pero ésta la notas cuando estás de frente; desde arriba parece que no hay cuesta. Yo me peleé mucho con la empresa para que se aliviara ese desnivel porque molestaba mucho a los toros cuando salían del caballo, ya que perdían mucha adherencia y, aparte, se tropezaban hacia arriba. Aquello llevó mucho tiempo y al final se solucionó y la plaza ha quedado bastante bien«, expuso el diestro sevillano.
«Y cuando llueve hay veces que se tienen que suspender las corridas; tampoco se puede torear en una cuesta. Creo que hay que velar por la integridad y porque las condiciones sean las mejores cuando se dé el festejo, cuando no hay que irse a casa», afirmó José Antonio.
Los trajes de luces y la música en el toreo
«Usted es un amante de las tradiciones, en todos los sentidos, y yo también. Pero últimamente estoy viendo que hay muchas introducciones de modernismo en muchas cosas; corridas donde se altera el vestuario, más allá de la goyesca, y el colmo es salir de etiqueta y con zapatos de charol…», reflexionaba un aficionado.
Y esta fue la genial respuesta de Morante: «Me contaba Pepe Luis Vázquez hijo que le preguntaba a su padre si había toreado alguna vez alguna goyesca, y le contestaba que nunca se había disfrazado. Y es la forma más exagerada de responderle. Pero sí es verdad que a mí me llaman para algunas corridas con trajes regionales y tal, y me vienen a la mente las palabras que decía el maestro Pepe Luis. Pero es la realidad. Hay plazas como Ronda, que es una plaza que se presta a ello, que el traje goyesco le cae muy bien. Pero ya se está cogiendo mucho por vicio o costumbre y se quiere, por darle un toque de distinción, hacer una corrida goyesca o con otro traje, algo en lo que yo no estoy de acuerdo», argumentaba Morante.
Respecto a la música, «en Francia lo hacen mucho y a mí me preocupa, pero hay veces que uno está entre la espada y la pared, porque uno no está de acuerdo, pero si te llaman para ese tipo de festejos, te quedas fuera. Arles da una goyesca en septiembre, y le digo que no me pinte mucho las tablas porque no me gustan las tablas pintadas. Y ahora voy a una corrida a México, donde también han cogido esa costumbre, y veremos a ver lo que me encuentro allí. Hay que guardarle también un respeto al toro, que no salga allí y se encuentre todo eso«, dijo José Antonio.
El despacho de Joselito el Gallo que Morante tiene en su casa
Un aficionado también le preguntó por el despacho de Joselito el Gallo que Morante tiene en su casa, algo que llevó a José Antonio a reflexionar acerca de aquello: «Crecí con el toreo de Belmonte, porque de Joselito apenas se decía nada y quedaba como un torero demasiado antiguo, sin embargo con el tiempo vi y comprendí a Joselito. Y claro, me enamoró y le tengo mucha admiración, más que a ningún otro. Y fui coleccionando cosas, y fotos. Y un día pasaba por una tienda de antigüedades y vi una mesa y una silla y se parecían a la de José, y pregunté, y era el despacho de Joselito el Gallo. Y tuve la suerte de podérmelo quedar y tenerlo en mi casa. Creo que ha sido un despacho muy importante, porque ahí se movía todo el toreo. José tenía la cabeza y la valentía de hacerlo todo y muy bien hasta que un toro se lo llevó por delante», concluyó Morante.