La feria taurina de Olivenza ya está casi rematada a falta de su presentación oficial el próximo viernes 17 de diciembre. Este 13 de diciembre, el periodista Zabala de la Serna adelantaba en El Mundo las combinaciones finales que ya esbozó Cultoro el pasado viernes. Unos carteles en los que destaca la doble presencia de Morante de la Puebla y la encerrona de Antonio Ferrera por el XXV aniversario de su alternativa.
Una feria con grandes atractivos, en la que se conjuga veteranía y juventud y en la que se le da su sitio a los triunfadores de la pasada temporada. Para tal ocasión se han elegido las divisas extremeñas de Victorino Martín, Zalduendo y El Freixo, así como la gaditana de Núñez del Cuvillo. El ciclo se desarrollará en el fin de de semana del 4 al 6 de marzo.
Los carteles de la Feria de Olivenza 2022
Los carteles a falta de confirmación oficial de éstos y de sus fechas, son los siguientes
-Novillada de El Freixo: Raquel Martín que debuta con caballos y otros dos por definir esta tarde
-Toros de Victorino Martín: Antonio Ferrera en solitario
-Toros de Núñez del Cuvillo: Morante de la Puebla, José Maria Manzanares y Roca Rey
-Toros de Zalduendo: Morante de la Puebla, Julián López ‘El Juli’ y Emilio de Justo
La feria de Olivenza cumple su XXX aniversario desde que el 3 de marzo 1991 Emilio Muñoz, El Litri y Jesulín de Ubrique trenzaran el paseíllo con la corrida de Mari Carmen Camacho. Una feria que año tras años fue incrementando su número de festejos conforme lo hacía su importancia y notoriedad en el calendario taurino. Una feria que este año cuanta con cuatro festejos, tres corridas de toros y una novillada.
Pese a las ausencias de nombres como los de Ginés Marín, triunfador de la pasada feria de otoño en Madrid, Diego Urdiales, el cual hizo lo propio en Sevilla por San Miguel, Juan Ortega o Aguado, entre otros, la FIT ha conseguido rematar unos carteles interesantes que a buen seguro llevarán a la plaza a numerosos aficionados ávidos de disfrutar de una tarde de toros.
Olivenza, como todos los años, es el pistoletazo de salida de una temporada española, en lo que a boato se refiere, que a partir de esa fecha empieza a tomar vuelo gracias también al impulso que da Valdemorillo en febrero o Illescas en marzo.