Hablar de la ganadería de Montealto es hacerlo de una de la más prestigiosas del campo bravo y de un hierro que por derecho propio se ha convertido en un referente para los aficionados. La ganadería que comanda Agustín Montes se ha ganado el respeto de la afición venteña por los buenos resultados obtenidos en esta plaza. Sus toros de procedencia Domecq poco a poco van ascendiendo en el escalafón de ganaderías, llamando la atención de los toreros de la parte alta de la tabla.
Montealto es una ganadería creada en el año 2000 al comprar vacas y sementales a Don Luis Algarra Polera y posteriormente animales de “El Ventorrillo” a Francisco Medina. Posteriormente Agustín Montes compró otros lotes a los mismos ganaderos acabando así de formar su ganadería. «Los Vaenes» en el municipio de Navalafuente y «Montealto» en el de Cabanillas de la Sierra son sus cuarteles general; allí da forma Montes a un concepto bien definido de toro., ese que cría a su gusto y semejanza un ganadero honrado, paciente y con las ideas muy claras.
Durante todos estos años, la orografía y el clima de la sierra madrileña ha dado paso a un toro más voluminoso, ya que su adaptación al clima hizo que variara respecto al adquirido hace más de veinte años. Gracias a los buenos mimbres adquiridos y al trabajo de todos estos años, Montealto se ha convertido en una marca respetada. Hoy conocemos en profundidad a su ganadero y vemos su camada para 2022, un año crucial para los criadores de bravo.
Agustín Montes: «No debemos ser siempre los ganaderos los que absorbamos la mala situación que padece el sector»
Agustín, en primer lugar, al ver la camada de Montealto para esta temporada observamos gran parte de novilladas, ¿dónde lidiaréis?
Sí, afortunadamente vamos a sitios que están confirmados ya, y hay otros que aún están por rematar. Iremos a Madrid, a Valencia en la Feria de Julio, a la feria de Albacete, a Gimeaux (Francia), a Hita (Guadalajara) esta misma semana y hay tres o cuatro novilladas más apalabradas pero no confirmadas por el momento. Además, tengo dos corridas de toros listas, pero aún sin destino.
Para Madrid no sale corrida completa, ¿no?
Para Madrid no sale corrida de toros completa, aunque llevo cuatro sobreros que se llevarán esta semana y se quedarán en los corrales. Si hubiese tenido ocho toros, hubiese ido a Madrid, pero no tenía la corrida completa. Tengo un encierro muy bonito que la han visto dos o tres empresas, pero estamos decidiendo dónde va finalmente. En cuanto al tema económico, sé que las cosas están muy mal, pero no debemos ser siempre los ganaderos los que absorbamos la mala situación que padece el sector, aunque parece ser que tiene que ser así. Parece que los toros tienen que ser baratos, y si no te los comes.
¿Cómo se está afrontando esta situación desde Montealto?
No es normal que una novillada valga igual en el mes de abril o mayo que en septiembre, pero si no se los das tú se los da otro, y esto es así. No sirve que te quejes ni que hagas nada. Los ganaderos tenemos un tope; concretamente hablo de mí, y puedes aguantar perdiendo un año o dos, pero ya con cinco años perdiendo tienes que echar la persiana. Y esto te desanima. Por un lado veo cómo está la ganadería y cómo te está saliendo de bueno el producto, pero tampoco ves que te llamen empresas importantes ni que los toreros de arriba se terminen de animar con tus toros. Hay que tener amor propio para poder seguir en esto, pero cuando ves la cuenta del banco, te das cuenta que hay que estar loco para ser ganadero y yo soy uno de ellos.
Montealto, 65 novillos y 18 toros para 2022
¿Cuántos animales saldrán para lidiarse en total esta temporada en su casa?
65 novillos y 18 toros.
«Estoy dolido por la situación»
Por lo que vemos, sigue apostando por dejar más novillos que toros. Cuestión de rentabilidad, ¿no?
Sí, el año pasado tenía una corrida muy bonita que la iba a lidiar en San Sebastián de los Reyes. Luego me dijeron que no iba a haber toros en la ciudad, que la podía llevar a Navalcarnero, vinieron a verla y les gustó. Luego me dijeron que iba a haber Feria en San Sebastián de los Reyes, y al final me quedé sin una y sin la otra. Y luego tuve que malvender la corrida y la lidié en Calanda. Eso pasó, para que te hagas una idea. Por eso, entre otras cosas, dejo más novilladas que corridas.
Un toro, en mi casa, se come ocho o diez kilos de pienso al día. Y no solamente es el pienso: yo tengo en la finca tres personas que hay que atenderlas porque si no se van a otro sitio. Y tractores, y coches… y por muchas cuentas que eches, no te salen. Yo firmaba por ni ganar ni perder, pero no es el caso. Todos los años, desde que tengo la ganadería, no he obtenido beneficios, siempre pérdidas. Yo soy un ganadero y me gusta que, cuando llevo a una plaza una corrida o novillada, tenga una presentación impecable; si luego no embiste, es otra historia. Y para tenerlos bien presentados, hay que darles bien de comer. Yo he lidiado corridas de toros en Madrid, en Sevilla, y novilladas en estas mismas plazas y me han pagado precios justos, pero ahora mismo esto está para quitarse. No lo voy a hacer de momento, pero las alegrías que ves son pocas a la hora de hacer números. Estoy dolido por la situación, sin duda.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS