Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y el mundo del toro no podía dejarlas a un lado. Cada día, las mujeres ocupan puestos de mayor relevancia y responsabilidad en la tauromaquia. Cultoro, durante estos últimos meses ha querido conocer de primera mano la vida de ocho mujeres que son el presente y el futuro del campo bravo. Un mundo que durante muchos años ha sido exclusivamente de unos hombres que, poco a poco, están viendo cómo las mujeres van escalando posiciones, ocupando en muchos casos el mando de ganaderías de prestigio.
El primer caso fue el de Rocío de la Cámara Ysern, una mujer que desde muy pequeña tomó los mandos de la ganadería que lleva su nombre tras el fallecimiento de su padre. Gracias a la ayuda del añorado y recordado taurino D. José Sánchez Elena y más tarde junto a uno de sus hijos ha tomado los pasos necesarios para convertirse en una de las ganaderas más importantes del campo bravo. En la actualidad ha continuado ese mismo camino su hija María Sainz de Rozas de la Cámara, la cual vive el día a día de la ganadería junto a su madre. Los osbornes y cuvillos que se crían en El Cortijo de La Sierra; finca que perteneció al poeta y ganadero Fernando Villalón, tienen garantizado su futuro gracias a la tercera generación de la familia.
Pero hoy queremos recordar a esas ganaderas que pasaron por Cultoro, verdaderas mujeres del siglo XXI que llevan con orgullo la bandera del ecologismo y del feminismo más profundo. Mujeres fuera de esos tópicos tan manidos que los ignorantes sueltan como consignas. Son mujeres con estudios, con trabajos fuera de la ganadería familiar, pero que han optado por en unos casos compaginar ambas tareas, y en otros por dedicarse plenamente al toro bravo. Ellas son el claro ejemplo de la palabra feminismo.
Hoy recordamos a Pilar, Marta, María, Aida, Ana, Macarena, María José e Inés. Ocho mujeres del siglo XXI, las cuales no renuncian a ser lo que son. Hoy volvemos a hablar con ellas, a conocer como es su día día, su amor por los animales. El camino se hace andando.
Conoce cada historia pinchando en el enlace en azul de cada una de las ganaderías.
Así es Pilar Prado, la joven que combina su trabajo en Londres con el cuidado de sus animales en ‘la ruta del toro’
Pilar Prado, actualmente al frente de la ganadería de Torrealta junto a su padre, es una de las jóvenes sobre las que recae el futuro del campo bravo. La suya es una de esas historia que merece la pena ser contada por la afición y vitalidad que desprende, y por ser capaz de sacar hacia adelante dos mundos tan opuestos y diferentes sin una queja. Mujer luchadora, una joven de su tiempo que sabe disfrutar de la vida sin olvidar sus obligaciones. Pilar Prado es de esas ganaderas con buen gusto, cría un toro para las grandes citas, un animal que le llena como aficionada. En este 8M queríamos volver a recordarla, por su tenacidad, sus valores , por ese amor hacia la fiesta.
Marta Murube Algarra, la joven sevillana que tiene al toro bravo como eje de su vida: «Tengo la nobleza de mi padre y la chispa de mi madre»
La ganadera Marta Murube, hija de José Murube y de Aurora Algarra, trabaja en ambos hierros y tiene al toro bravo como eje fundamental de su vida. Marta Murube Algarra es una joven ganadera sevillana que tiene al toro bravo como eje de su vida y que, además de una conocedora de todo lo que esconde el campo bravo, es una gran caballista. Cuarta y sexta generación respectivamente de las ganaderías de Luis Algarra y Murube. Perito Agrícola de profesión, lo que sin duda le ayuda en el día a día en la ganadería. Joven extrovertida, amante de los animales y defensora a capa y espada de los dos encastes que tiene en casa. Si queréis encontrarla lo haréis encima de un caballo, ya sea por los ondulados cercados de La Cobatilla o entre las encinas de la Capitana.
María Fraile, el nuevo eslabón ganadero de Fraile de Valdefresno: así es y así piensa el futuro del campo bravo en Salamanca
María Fraile es hija del ganadero José Enrique Fraile, propietario del hierro de Fraile de Valdefreno, una de las vacadas fundamentales para entender el toro bravo y el encaste Atanasio-Lisardo. Es la más joven de nuestras protagonistas, pese a su edad ya tiene su hueco en la ganadería. Las nuevas generaciones tienen mucho que decir. Su padre sabe de su afición, conoce a perfección el conocimiento que tiene María de la ganadería. Poco a poco va quemando etapas, esas que ya hiciera su padre y su tío cuando tenían su edad. Su vitalidad le imprime aires nuevos a la divisa familiar.
Aida Jovani, una joven ganadera con las ideas muy claras: «Seguiré fiel al encaste que tengo»
La ganadera Aida Jovani, que mantiene junto a su padre el hierro del mismo nombre con procedencia Guateles en la provincia de Castellón es una de esas mujeres que apostó por el bravo sin mirar las consecuencias. Actualmente anda inmersa en unas oposiciones que le hacen no poder estar tanto como le gustaría en la ganadería. Es otra de esas mujeres que no se siente representada por ese feminismo que parece llenarlo todo con palabras huecas y vacías. Cría sus toros en una zona poco ganadera, lejos de las grandes dehesas, pero eso nos óbice para seguir moldeando ese proyecto ganadero que tanto le ilusiona.
Ana Mayoral, una ganadera encastada y con chispa ‘cárdena’: «Nuestros toros no pegan ‘bocaos’«
Ana Mayoral es una de las tres patas del banco que componen la ganadería de Toros de Pablo Mayoral, divisa con origen Santa Coloma pero con goterones de otros encastes que la dotan de una personalidad diferente. Ana es de esas mujeres que no tiene pelos en la lengua, sabe lo que quiere y como conseguirlo. Mujer espontánea, alegre y amante de la vida. Madrileña por los cuatro costados, pero con parte de su corazón en Extremadura. Tiene una postura muy clara respecto al feminismo y al ecologismo, no le baila el agua a esos que quieren imponerle una forma de ser o pensar, es demasiado brava como dejarse engañar. Sin duda Ana es de esas mujeres que merece la pena conocer.
Macarena Gallego: «Los ganaderos amamos al toro por encima de todo y luchamos día a día por su supervivencia»
Macarena Gallego, una joven ganadera de bravo de la provincia de Ciudad Real, posee junto a sus padres y su hermano una vacada con dos hierros –Toros del Ojailén y Javier Gallego– con dos encastes: Domecq y Veragua. Veterinaria de profesión ha decidido dedicarse en cuerpo y alma a sus ganaderías. Sus reflexiones, su filosofía de la vida -y de la naturaleza-, su visión de la tauromaquia hacen de Macarena todo un libro abierto. Huye de estereotipos banales, vive de su trabajo, es consciente que si quiere seguir el camino que le marcaron sus antecesores no puede ni debe predicar en el desierto, todo debe hacerlo por ella misma, la política hace tiempo que les dio la espalda.
La bravura ‘murubeña’ de María José Majeroni: «A mí nadie me puede hablar de feminismo ni de animalismo»
María José Majeroni, ganadera de Castillejo de Huebra, es una mujer total. Lleva su ganadería con puño de hierro, la exigencia es la base del futuro y ella sabe que aquí no valen medias tintas. Mantiene vivo el legado de su padre. Sabe que el camino tomado hasta ahora es el correcto. La pasión y la afición con la que afrontan el día a día tiene sus frutos. Es mujer y ganadera, a ella nadie le puede hablar ni de feminismo ni de animalismo. Los verdaderos ecologistas son los ganaderos. Escucharla es un chute de aire fresco, mujer con las ideas claras, la cual defiende a capa y espada el mundo del toro.
El valiente camino de la ganadera Inés López: «Al toro en la plaza no le preguntan si lo ha criado un hombre o una mujer»
La ganadera Inés López, propietaria del hierro ciudadrealeño de Toros de Mollalta es una de esas ganaderas desconocidas dentro del mundo del toro. Su ganadería anda poco a poco subiendo escalones para consolidar el momento por que pasa. Ganadera que recibió el hierro como un regalo de cumpleaños por parte d su marido. Poco a poco va en silencio moldeando un tipo de toro que le llena como ganadera. Trabajadora incansable, amante del campo, y totalmente en desacuerdo con los mensajes que se mandan desde el centro de las ciudades, los cuales no conocen la verdadera realidad del campo bravo. Este 8M Inés enarbola la bandera del feminismo, de esas mujeres que luchan por la igualdad, esa igualdad que pide para el mundo del toro, el cual está totalmente marginado por parte de la política.