Con una novillada de El Collado-Sánchez Arjona se abría, este viernes, la Feria de San Blas y la Candelaria de la localidad madrileña de Valdemorillo este viernes para un cartel conformado por Manuel Diosleguarde, Yon Lamothe, Isaac Fonseca, Manuel Perera, Sergio Rodríguez y Álvaro Burdiel.
Diosleguarde exhibe su facilidad con el buen primero, al que pincha
La faena de Diosleguarde al abreplaza fue impecable, fuera de algún que otro enganchón con el buen novillo de El Collado, pero faltó el pasito más que rompe al tendido. Deslizó el charro verónicas de muy buen trazo, dejó naturales de gran estética y se le vio con mucha facilidad con el animal. De hecho, fue tanta que le restó importancia a la actuación de Manuel. Eso y un pinchazo previo a la estocada fulminante dejaron el premio en ovación para el salmantino.
Lamothe pone voluntad de novel con el áspero segundo
Intentó estirarse Lamothe con el feo segundo, escaso de cuello y con el pelo de invierno, pero se mostró tan bruto como auguraban sus hechuras. Y eso que mejoró después de la extraordinaria vara. Y resultó manejable el novillo, con su brusquedad manifiesta, pero al francés lo pilló verde para cuajarlo por abajo, que era por donde lo pedía el utrero. Fue por ahí por donde llegó la mejor tanda con la derecha, y fue barriendo el suelo como llegaron los dos naturales que dejó sueltos de buen cite y templado trazo. Horrible con la espada, escuchó silencio.
Fonseca cruza la línea con el manso tercero y pincha el premio
Al tercero lo recibió Fonseca de rodillas en la puerta de chiqueros, pero fue mejor el toreo que propuso con el capote que el que tomó el animal, siempre a la expectativa y con el freno de mano echado. Derribó al caballo, lo cambiaron con un refilonazo y se vio con poder en banderillas, haciéndose el amo y llegando a la muleta sin picar. Pero en la muleta fue el mexicano el que se impuso sin más, con un inicio de cambiados, con las plantas asentadas ante la incierta arrancada de un burraco mansurrón que nunca lo puso fácil. De hecho, se rajó justo después, ante la exposición y la entrega sin límites de un Fonseca que cruzó la línea en las manoletinas finales y se llevó una ovación cerrada tras fallar con el acero.
Silencio para el afanoso Manuel Perera con el serio pero vulgarón cuarto
También Manuel Perera se fue a la puerta de chiqueros a saludar al cuarto, un toro en cuanto a presentación que se desplazó en el saludo de verónicas y media y empujó cuando llegó al peto, pero salió de él muy parado y protestado por cojo. Y ya no le dieron importancia a una faena de muleta que comenzó Manuel con un toreo de rodillas que quiso ser largo y el utrero se empeñó en acortar. Nunca quiso muleta el animal, ni siquiera cuand intentaba Perera las manoletinas al final del faena. Por eso y por los dos pinchazos que precedieron a una estocada sin puntilla escuchó Manuel silencio.
El acero deja en vuelta al ruedo el toreo caro de Burdiel con el buen quinto
El toreo de Álvaro Burdiel al quinto de El Collado fue de lo mejor de la tarde. Asentado, con los brazos fuera, el vuelo abajo y la cintura suelta. Y con una media de rodillas que conquistó la cubierta de Valdemorillo. Se vino con fuerza el animal en banderillas, y anunciaba carbón en la muleta de Burdiel. Pero supo atemperarlo Álvaro amarrando el morro al piso, que era como respondía el buen novillo y como tenía recorrido y clase. Más atolondrado en la media altura,comprendió pronto Burdiel que era utrero de torear. Y lo reventó en cuatro o cinco naturales que hicieron rugir al tendido. Tuvo la virtud, además, de llenar el escenario y vestir la faena para aliviar los tiempos muertos. Pero falló con el estoque varias veces y el premio se quedó en el acero. Vuelta al ruedo.
Sergio Rodríguez pierde con los aceros lo ganado con la franela
El saludo animoso de Sergio Rodríguez al sexto tuvo buena acogida en el tendido, mejor que en el comportamiento de un animal que comenzó a pensarse las arrancadas un poco más, como comprobó Diosleguarde en el aseado quite por chicuelinas. A Joselito fue el brindis, y a torear de rodillas a un novillo que iba a más, pero aún no había roto. Había que tener paciencia y muñeca, y lo intentó Sergio, pero fue cuando soltó la zurda cuando surgió lo más florido. Sin embargo, se preocupó en ocasiones más del cuerpo que del trazo, y en una de ellas, con la cara perdida, el novillo se arrancó y lo volteó por la espalda de muy fea manera. No iba herido, por fortuna, y aún le pudo dejar algunos muletazos antes de fallar con estoque y descabello hasta perder lo ganado. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valdemorillo, Madrid. Primera de Feria. Novillada picada. Tres cuartos de entrada largos.
Novillos de El Collado-Sánchez Arjona. De gran clase y fondo el buen primero; asperete pero con fondo el interesante segundo; mansurrón e incierto el bruto tercero; serio y bien hecho, pero vulgar y sin entrega el cuarto; cuajado por detrás y pobre por delante el enfondado y repetidor quinto, aplaudido; con fondo de raza y buen desempeño el sexto.
Manuel Diosleguarde, ovación.
Yon Lamothe, silencio.
Isaac Fonseca, ovación.
Manuel Perera, silencio.
Álvaro Burdiel, vuelta.
Sergio Rodríguez, silencio.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
