Morante es uno de los toreros más esperados de la temporada 2022. Gracias a su espectacular campaña pasada, ha dado ese paso que necesitaba su carrera para convencer a todos. El de La Puebla siempre ha sido un torero que ha tenido desde seguidores acérrimos hasta negacionistas de su toreo. Un diestro que durante su carrera ha combinado tardes aciagas con otras geniales, y por ello ha levantado auténticas pasiones, precisamente porque fue siempre capaz de llevar a su redil a aquellos que estaban convencidos de que no merecía la pena ir a verlo.
Hablar de que José Antonio es de los toreros más puros y valientes del escalafón no es ir contracorriente, sino todo lo contrario; trazar tan despacio no hace sino certificar que su toreo está al alcance de muy pocos. Pese a que Madrid siempre pudo parecer que miraba con cierta displicencia a los toreros de su corte, ha sido una plaza que ha tenido en consideración al torero de La Puebla del Río. En sus tardes malas, que las hubo y muchas, despidió al sevillano entre pitos y abucheos. Sevilla, por su parte, lo hacía con la indiferencia del silencio, un silencio que muchas veces duele más que las mayor de las broncas.
Dentro de esas tardes aciagas o de otras en las cuales no se supo comprender lo que allí pasaba, Sevilla y Madrid han tenido la suficiente categoría para perdonar y olvidar lo malo y volcarse cuando había que hacerlo. Muchos dicen que el chip le cambió a José Antonio aquel 10 de mayo de 2019, día en el que Aguado descerrajó la Puerta del Príncipe. Fuera o no ese el motivo desde ahí se ha visto un Morante más seguro, más fino y lo que es más importante, con esa regularidad que antes no acaba de tener. Daba igual el toro, el encaste o la plaza.
Morante, ¿un 2022 a lo grande en Madrid?
2021 fue para Morante la mejor temporada de su carrera, en ella dio un golpe en la mesa de los que hacía mucho que no se recordaba. Madrid lo disfrutó una tarde, y Sevilla hasta cuatro, ese mismo número con el que podría ir a Las Ventas en 2022. Serían, a priori, cuatro golpes en Las Ventas que, sin duda, revitalizarían un abono lastrado por la pandemia. No obstante, hay que tener en cuenta que la temporada madrileña estará partida en dos empresarialmente hablando, ya que el nuevo concurso por el gestión de la plaza se pondrá en marcha en pocas semanas (la empresa actual tiene contrato hasta el 5 de junio, es decir, hasta la finalización de San Isidro, y a partir del día siguiente entraría la nueva gestora, o la misma si ganase el concurso).
La intención es esa, al igual que intentar alcanzar los 80 paseillos en la temporada que se nos viene encima. Como gran discípulo que es de Gallito, sueña el cigarrero con emular al torero de Gelves. De momento ya tiene confirmados dos paseíllos en Olivenza, uno en Valencia y Arles, su intención es estar unas cinco tardes en Sevilla, las cuatro nombradas de Madrid, y dos también en la Feria de la Magdalena de Castellón. Aún hay mucha tela que cortar. Morante sigue meditando qué hacer para darle a este 2022 esa notoriedad que merece. ¿Victorinos en Sevilla? ¿Martínez cerca de Madrid? Ya el año pasado estoqueó hierros legendarios como Galache, Prieto de la Cal o Miura. Veremos si le hace algún gesto a la parroquia venteña durante su temporada.
Morante sabe que tiene al toreo donde quería, sabe que con su apuesta se ha ganado a todos aquellos escépticos que dudaban de su toreo, o que al menos no lo veían tan claro como otros. Muchos dicen que ser morantista es como serlo de una religión. Sevilla entiende de eso, aquí aún se profesa la religión currista.
Su sueño en Las Ventas en 2022
Morante fue el invitado el pasado mes en el cierre del ciclo de conferencias de la asociación ‘El Toro’ de Madrid, y ahí desveló su sueño: abrir la Puerta Grande en 2022 en Las Ventas: «Para mí lo más importante es el recuerdo de lo que no se olvida: las pinceladas, los sueños y la creación de imágenes. Y no cabe duda que uno de los sueños que me quedan como profesional es salir por la Puerta Grande de Madrid. Ojalá sea posible», señalaba el diestro cigarrero.