CURIOSIDADES

Las 5 curiosidades que quizá desconocías sobre Morante y que entrañan parte del misterio que su carrera lleva consigo


sábado 14 enero, 2023

Así es la figura de José Antonio Morante Camacho ' Morante de la Puebla', uno de los toreros con personalidad más acusada de la historia.

Morante
Morante con su mozo de espadas, Juan Carlos Morante, en la pasada Feria de Valdemorillo. © Luis Sánchez Olmedo

Hablar de Morante de la Puebla es hacerlo de unos de los toreros más importantes que ha dado la tauromaquia desde hace más de 25 años, un espada con una forma de ser y sentirse torero que va más allá de los ruedos. José Antonio es un torero atemporal, un espada que ha conseguido traernos reminiscencias de otras épocas, volviendo a plasmar delante de un toro suertes perdidas u olvidadas. Un torero que es considerado un eslabón más de la cadena, esa que ha conseguido darle una vuelta de tuerca más a la forma de torear.

Un torero que ha conseguido colarse entre la amalgama de figuras que han propiciado una evolución palpable en la Fiesta. Durante toda su carrera ha puesto su toreo al servicio de una tauromaquia que ha sabido captar en cada momento aquello que pedía el aficionado. José Antonio no ha querido parecerse a nadie, nunca buscó el imitar a otros toreros, tomó un camino basándose en aquellos toreros que le llenaban, buscando hacerlos partícipes de su particular concepto del toreo.

Morante ha sido torero dentro y fuera de la plaza, algunos lo han tachado de extravagante, otros de genuino, lo que si queda claro es que su forma de ver la vida es muy diferente a la de los demás. No se guía por unos cánones estéticos, incluso fuera de los ruedos ha conseguido crear una estética propia de su personalidad. El cigarrero es mucho más que un torero genial o de época, es un hombre inteligente, siempre dispuesto a aprender de aquello que le da la vida, por eso no es amigo de los chiches de hoy en día, sino de una forma de ver la vida muy personal.

El misterioso cayado de madera de olivo que Morante regaló a Rafael de Paula (y del que no se separa)

Morante Rafael Paula
Rafael de Paula con el cayado que le regaló © Morante. Toros

El torero de La Puebla del Río siempre ha mantenido una estrecha relación con Rafael de Paula; primero como admirador de su toreo, segundo tras ir de su mano como poderdante y tercero como amigo personal. Desde hace algún tiempo el magnífico torero jerezano dejó de andar con asiduidad para ir en una silla de ruedas. Sus problemas de rodilla que tantos quebraderos de cabeza le dieron en su carrera ya no le dejan hacer vida normal.

Siendo consciente de ello, José Antonio decidió regalarle a Rafael un cayado de madera para ayudarle cuando este tuviera que caminar al levantarse de la silla de ruedas. Un gesto bonito hacia un amigo por parte de un Morante de la Puebla al que no se le escapa una. Durante la Feria de San Miguel, el jerezano acompañó a José Antonio en sus dos días de toros, momento en el que se le pudo ver con ese hermoso cayado que le había regalado el torero de La Puebla del Río y del que no se separó ni un instante Rafael.

Cuando Morante destapó, precisamente, los secretos de Rafael de Paula como apoderado: «Lo primero que me dijo es que de cuentas no sabía»

Morante Toro
Morante, en la asociación El Toro. © Facebook

Meses antes, allá por el mes de diciembre del 2021, Morante acudió a las tertulias que organiza la Asociación El Toro de Madrid para charlar con los aficionados tras una temporada marcada por la pandemia. José Antonio dejó múltiples titulares aquella noche, narrando una peculiar anécdota sobre su experiencia con Rafael de Paula como apoderado hace unos años: «Mi relación ha sido muy especial y lo sigue siendo. Muchos hablan que si salió mal aquello, pero yo digo que no: con él aprendí y aprendo muchas cosas que hoy día estoy pudiendo realizar. Sin su aporte, mi toreo no sería el que es».

José Antonio y Rafael unieron sus caminos en noviembre del 2006, finalizando dicha unión en junio del año siguiente tras decidir retirarse de los ruedos por un tiempo indefinido. «Rafael tiene un genio y un carácter especial que, a veces, ha hecho que no nos hayamos entendido. Pero eso no quiere decir que a Rafael lo quiera, lo admire y le agradezca todo lo que me ha enseñado», comentó el propio Morante aquella noche.

Sus inicios de mano de Leonardo Muñoz

Morante siempre ha sido un torero muy particular, y ya desde sus inicios el de La Puebla del Río tuvo claro qué camino tomar. Poco amigo de las escuelas encontró en Leonardo Muñoz, padre del diestro Emilio Muñoz, a ese taurino que le ayudaría a comenzar en esta profesión. Un hombre que vio en José Antonio aquello que con el tiempo otros descubrirían. Un torero con un talento innato y unas cualidades excelsas para entender aquello que le peían los animales.

Una primera etapa donde se empezaron a atisbar las condiciones de un torero que con los años se convertiría en figura del toreo. Fruto de ello fue su debut con los del castoreño en la coqueta plaza de toros de Guillena en 1994, fue ante novillos de Carlos Núñez, una de las ganaderías emblemáticas de nuestro campo bravo. Pero como nada en la vida es para siempre, tras dar este paso tomó las riendas de su carrera el malagueño Miguel Flores, apoderado con el que tomó la alternativa en junio del 97.

Su apertura social, que no deja de ser cómo es a pesar de ser torero

Morante
Morante bailando. © Instagram

Morante de la Puebla es un torero que traspasa las fronteras que delimitan los ruedos, un torero carismático, genial y muchas veces poco convencional. Amigo de sus amigos y gran amante del flamenco, el de La Puebla del Río nunca ha rehuido aquellos ratos que le regala su profesión. El sevillano sabe cómo nadie ganarse al personal con su forma de ser. Hace unos meses se hizo viral un vídeo en la Feria de Jerez en el que se veía al sevillano bailando en una caseta de feria, algo que repetiría meses después en la Feria de Ronda.

Las imágenes no tardaron en correr por las redes sociales por lo carismático de un diestro que no se aparta de la faceta social y de acercamiento al gran público. Morante de la Puebla vive el momento, sabe disfrutar de las pequeñas cosas de la vida pese a vivir una intensa temporada en los ruedos, esa que le llevó a trenzar el paseíllo en más de 100 ocasiones.

Morante y sus momentos virales en la corrida de Torrestrella en Sevilla

Pero Morante también es un torero imprevisible dentro del ruedo, y eso se pudo ver durante su temporada de 2022. José Antonio volvió a convertirse en noticia en una de sus tardes en el coso hispalense. Fue el sábado de farolillos, durante la lidia al cuarto bis de Garcigrande se vivieron instantes de dificultad que Morante quiso destensar con uno de los momentos imborrables de su temporada.

Ya el toro había apretado hacia los adentros en el recibo de capote, algo que repitió en el tercio de varas y más adelante en el de banderillas. Su banderillero Lili había perdido el capote y el toro le apretó nuevamente hacía tablas, ahí es cuando las cámaras del canal Toros de Movistar captaron al propio matador soltando con guasa un: “Ay, ¡qué te ha pasao!”. La cara de José Antonio lo decía todo. Pero no fue el único momento jocoso de esa tarde, el festejo no había salido como todos esperaban, pero eso no impidió un nuevo comentario de Morante, esta vez hacia su compañero: “Julián, esto te pasa por casarte con una de Jerez, si te llegas a casar con una de pueblo como yo no tendrías que matar esto hoy”. Algo que sacó una sonrisa al torero de Velilla.

Los ‘escogidos’ por Morante para 2023: ¿Quién es quién en su cuadrilla?

Morante Pedro Marques
Morante, a la derecha, junto a su mozo de espadas Juan Carlos Morante (centro), su actual apoderado Pedro Marques (a su izquierda) y el futbolista Dani Ceballos (a la izquierda del todo), en el callejón de Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Tras finalizar su exitosa temporada de 2022, Morante de la Puebla decidió darse un tiempo para ver con claridad que retoques tenía que hacer en su cuadrilla. Tras una temporada de más de 100 festejos, el de La Puebla del Río necesitaba resetear y ver las cosas desde otro prisma. Fruto de ello fue la salida de su cuadrilla de dos hombres que le habían acompañado durante los últimos lustros. Se trataba del picador Cristóbal Cruz y de su tercero Francisco Javier Sánchez Araujo.

Sánchez Araujo dejó hueco a Alberto Zayas, mientras que Cristóbal Cruz le dio paso a Pedro Iturralde. Dos cambios sensibles en una cuadrilla uy bien engrasada. Araujo haría las maletas para encontrar acomodo en las filas de Francisco de Manuel, mientras que Cristóbal aún no encontró jefe de filas para su última temporada en activo. No hubo más cambios en el resto de su cuadrilla, manteniéndose en la misma como lidiadores Antonio Jiménez «Lili» y Juan José Trujillo, mientras que a caballo Aurelio Cruz seguiría a las órdenes de su jefe de fila pese a la salida de su hermano.