Como el parto de la burra. Así está siendo la confección de los carteles de la Feria de Abril 2022, en los que ha cambiado radicalmente la concepción de ese esqueleto principal sobre el que luego se asienta la denominada ‘clase media’. Es cierto que hay carteles ya cerrados. Completamente verídico que hay un ramillete de toreros que ya saben el día -o los días- D y la hora H. Pero también lo es que hay una serie de matadores que están asistiendo con estupor al silencio administrativo que la empresa Pagés mantiene desde el pasado jueves.
Y no son gente a la espera de empatar con alguien para que se conozcan sus méritos. Algún toro han cuajado ya en el Baratillo para hacerse merecedores de una llamada. Aunque sea para desear las buenas tardes. Y es que la empresa regente de la plaza sevillana terminará dejando una feria apañada -porque tiene con qué harcela-, pero el arte de la diplomacia, desde luego, no se regala por la calle Adriano.
Así sucede con Paco Ureña –dicho quedó la semana pasada-, y no sé si tendremos que dejar aclarado y requeteaclarado que no se retira, para aquellos con la costumbre de leer sólo el titular. Pero también con otros coletas de la categoría de Miguel Ángel Perera. Con este sí que ha habido negociaciones y en ello trabajaban las dos partes, pero no ha habido movimiento alguno desde el viernes. Y hay condicionantes que salen de esta colocación y que afectan a otros toreros. De hecho existe un tira y afloja con Emilio de Justo, que ha pedido estar tres tardes en el abono y a esta hora sólo tiene cerradas dos. Las que la empresa estima que debe estar. Y de ahí el conflicto.
Tampoco Antonio Ferrera tiene completamente cerrada su contratación en la Feria de Abril, después de haber protagonizado en Sevilla algunos de los momentos más importantes de los últimos años, casi siempre con los grises de Victorino por en medio. Y esa es la corrida en la que todo el mundo le sitúa, pero cerrado… Cerrado aún no hay nada. Porque espera una llamada de la empresa, que es quien debe contratar y, por tanto, llamar. Siempre que tenga interés, claro. Porque un caso muy distinto es el de Diego Ventura, que estuvo en los carteles para medirse con el apellido Hermoso de Mendoza como principal atractivo y a esta hora está fuera de un cartel en el que estará Lea Vicens y gana enteros la figura de Pablo.
A la espera de acomodo en la Feria de Abril -y de contacto alguno por parte de Pagés- está también Daniel Luque, cuya hoja de servicios en esta plaza -y para esta empresa- está plagada de conexiones con el público paisano. Incluyendo aquel Domingo de Resurrección en el que la empresa quiso vengar el plantón de las figuras durante un par de años colocando al emergente Escribano y a Daniel para enchufarles el peso del cartel en un mano a mano. Y aquella tarde con el manso de El Puerto en la puerta de chiqueros. Y el momento de madurez en que se encuentra un torero que ha vuelto a ser de ferias.
Pero de las ferias no ha salido jamás David Fandila ‘El Fandi’ y a esta hora tampoco se sabe de él. Uno entiende que este caso no pasa de anecdótico por el ascendente que tiene el apoderado del granadino, Toño Matilla, sobre las oficinas de la calle Adriano, pero lo cierto es que a esta hora… nada de nada. Como no hay cabida -por el momento- para toreros jóvenes como Joaquín Galdós o Álvaro Lorenzo, que tampoco figuran en el elenco a estas horas, por más que la empresa sí habló con los apoderados del peruano y no les puso problemas para ubicarlo.
Y entonces, ¿qué nombres se incluyen ya sin problema en la oferta de Pagés para el abono de este año? Pues, visto lo visto, a uno le cuesta mojarse por alguno, pero los nombres de Morante, Pablo Aguado, Juan Ortega, El Juli, Manzanares, Roca Rey, Diego Urdiales, Ginés Marín, Cayetano y Tomás Rufo -también en dos tardes Emilio de Justo- parecen dormir tranquilos mientras convulsiona el gallinero por la falta de noticias de la calle Adriano. Y podemos jugar a hacer carteles y a apostar por la intuición, pero a esta hora, repito, no hay cerrados más que cinco o seis carteles. Y presentan en unos días.